Es Racó d'Artà - , Balearic Islands

Mª DE LLUC G

Finca mallorquina exquisitamente restaurada rodeada de un mágico paisaje. Se respira un ambiente tranquilo, lleno de paz. Por la mañana se ofrece una sesión de meditación y después otra de yoga. Al buffet del desayuno no le falta de nada. Pasear por los alrededores es increíble… Recomiendo visitar el spa: no se puede ir al Racó y no hacer un watsu!|La comida del restaurante fue increíble, no es la primera vez que visito este lugar y , la verdad, cada vez es mejor.|A destacar la amabilidad , sensibilidad y cercanía del personal, muy acorde con el entorno. Muchas gracias por todo

remy p

Cet hôtel découvert dans un magazine de décoration que nous affectionnons pour sa sélection d’hôtels était un peu le but de ce voyage à Majorque.|Installé dans une ancienne Finca à l’orée d’un parc naturel, il avait tout pour séduire dans une île façonnée par le tourisme de masse. La promesse de nature et de tranquillité allait être tenue.||Sitôt un imposant portail en fer brut et bois passé, notre voiture arpente une route privée à travers un vaste domaine semé d’oliviers et de vignes pour nous déposer au pied de la montagne. Un buggy électrique vous attend pour vous mener à la réception, le parking et ses voitures étant tenu à l’écart de l’hôtel. Vous êtes cueilli, le charme opère. La rénovation de la Finca dans un style d’une grande sobriété, qui mélange, pierre dorée, bois clair et mobilier simplissime blanc, dans un camailleu de tons blanc et crème est d’une grande réussite. Des céramiques locales et des œuvres d’art viennent parachever la décoration. L’esprit est minéral, zen et l’ensemble est immergé dans une nature sauvage agréablement domptée. La chambre, dans le même esprit, nous a également séduite, tous les détails sont soignés.||La piscine est un rêve. A débordement, elle vous donne le sentiment de vous baigner parmi les oliviers. Les bains de soleil ne fondent dans la nature. Les tables du restaurant disposés dans le jardin sous les arbres invitent à prolonger le repas.||Mais l’esthétique ne fait pas tout, à l’hôtel le service prime. La cuisine proposée n’est pas au niveau, ni mauvaise, ni bonne, juste moyenne, ce qui pour ce type d’hôtel qui vise à vous faire vivre une expérience exceptionnelle n’est pas acceptable. Le service ne suit non plus, pour le premier diner, plus d’une heure d’attente entre l’entrée et le plat principal. Le plaisir est gâché. Le bar de la piscine quant à lui ferme à 18h30 alors que les transats sont encore massivement occupés et que les clients de l’hôtel sont à l’heure de l’apéro. Je cherche encore la logique. Enfin, et c’est le clou peut-être. De retour de diner à l’extérieur un soir, en plein orage, on nous laisse au parking sans buggy pour nous raccompagner à notre chambre. Retour sous une pluie battante. Ils semblaient tous réservés aux clients du restaurant. Là encore, selon quelle logique ?||A part la déco, tout est à revoir.|

Andy

Desde que llegamos, nos quedamos embobadas con el entorno. Era como si el estrés se esfumara.

El concepto sostenible que han adoptado es admirable. Se aprovechan de la energía solar, ademas de otras tecnologías que nos explicaron para minimizar el impacto ambiental. Ni rastro de pesticidas en sus cultivos, y eso se nota en la calidad de todo lo que sirven. El restaurante es una pasada!

Las actividades van en linea con el lugar, clases de yoga que te reconectan contigo misma y el spa... ¡una delicia para los sentidos! Nos sentimos como dos diosas mimadas.

El personal fue un amor. Siempre atentos y con una sonrisa, nos hicieron sentir como en casa. Pero quiero hacer una mención especial a Juan Guiscare, el director. Su pasión por lo que hace y su dedicación a los huéspedes es algo que marca la diferencia.

Muchas Gracias!!

Maria De La O Zambrano

Este lugar no lo conocía, es un restaurante dentro de un agroturismo oculto y alejado del mundanal ruido. El servicio es exquisito si vas a cenar antes de que anochezca disfrutaras de unas vistas espectaculares. Nos dijeron que muchos de los ingredientes los cultivan ellos mismos. Yo me hubiera alimentado solo de pan! Que rico estaba!! Acertareis tanto con la carne como el pescado y para beber probamos una kombucha que nos recomendaron, se llama "Isla" una locura. Vino el director del agroturismo a presentarse y nos ayudo en las elecciones, nos pareció encantador.

Por supuesto el precio es el que es para estos sitios, aunque merece la pena por la calidad que recibes.

Villegas

¡Vaya fin de semana que me he pegado en Es Raco d'Arta! De verdad que ha sido una experiencia que no olvidaré fácilmente. Este agroturismo se lleva la palma en sostenibilidad y encanto.

Desde el momento en que llegué, me quedé alucinado con la belleza natural que rodea este lugar. Campos verdes por doquier y un aire fresco que te llena los pulmones de vida. El ambiente es como un abrazo de la madre naturaleza.

Las habitaciones son una mezcla perfecta de rústico y moderno. Todo hecho con materiales locales y sostenibles. Me encantó saber que no estás sacrificando comodidad por sostenibilidad. Al contrario, se complementan de maravilla.

El equipo de Es Raco d'Arta merece un aplauso. Te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Son amables, atentos y están más que dispuestos a compartir su conocimiento sobre agricultura sostenible. Me sorprendió lo apasionados que son por lo que hacen, y eso se nota en cada rincón del lugar.

Hablemos de la comida, ¡porque vaya manjares! Todo lo que sirven es fresco y proviene de su propia huerta. Los sabores son auténticos y te hacen apreciar la comida de una manera completamente distinta. No puedo dejar de mencionar el desayuno, que es como un festín para el paladar. Mermeladas caseras, huevos de gallinas que tienen en sus propios corrales y pan recién horneado. ¿Qué más se puede pedir?

En resumen, mi fin de semana en Es Raco d'Arta fue una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Si quieres desconectar del ajetreo y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión, este es tu lugar. No solo te llevas recuerdos increíbles, sino también la satisfacción de saber que estás apoyando un proyecto que apuesta por un turismo más responsable y sostenible. ¡Volveré sin duda alguna!

Carlos Izquierdo

Contratamos un bono de cena y concierto, cena a las 20:00 y concierto a las 22:00. A las 21:40 aún no nos habían servido el plato principal. Tuvimos que irnos apresuradamente al concierto, dentro del propio hotel, sin que llegaran a servirnos el postre. Un hotel de esta categoría (la cena era muy buena) no puede permitirse estos errores, o al menos debería haber tenido un mínimo detalle, o una simple disculpa. Una lástima.

Festival Barruget

Estuvimos en un retiro sufragado por nuestra empresa, el entorno es idílico, las instalaciones son impresionantes y el personal es atento y discreto. Las habitaciones donde estuvimos hacían que sintiésemos que estábamos solos en el mundo, he agradecido enormemente poder disfrutar de ese entorno y he vuelto con las pilas cargada junto con una sensación real de descanso.

Morgana

Tuve la gran suerte de poder disfrutar de una maravillosa cena en este espectacular lugar, un paraíso entre montañas, diseñado y decorado con exquisita sencillez. Mención especial a todo el personal, desde cocina a camareros y a todos aquellos que forman parte del hotel.